Oriundo de Maipú, Cristóbal Espinosa (34), más conocido en el ámbito artístico como Cristóbal Persona, se ha consolidado como una de las figuras destacadas del muralismo a nivel mundial. Su obra “El Charanguista Andino” fue reconocida con el primer lugar en la categoría Mejor Mural del Mundo 2025, en el concurso realizado por el colectivo Street Art Cities.
El desafío de pintar un mural de 17 metros en España
El mural, de 17 metros de altura, fue creado en el marco del Perla Mural Fest 2024, en Fene, España. Su elaboración representó un verdadero desafío: nueve días de trabajo ininterrumpido, con jornadas de hasta 12 horas y condiciones climáticas cambiantes de lluvia, calor y sol intermitente.
Sobre el premio, reconoce que “me incomoda un poco el título ‘Mejor mural del mundo’ porque había varios trabajos mejores, pero me sirvió en lo personal para generar mayor visibilidad nacional e internacionalmente”. Destaca que este tipo de concursos buscan impulsar el arte urbano en medios de comunicación, generando nuevas oportunidades para artistas y comunidades.
¿Qué te llevó a incursionar en el muralismo y cómo fueron tus primeros pasos en este arte?
Empecé el 2017 en un viaje de mochilero por Sudamérica, se me presentó la oportunidad de pintar murales en hostales durante el viaje para abaratar costos y encontré en esa actividad una experiencia muy satisfactoria. Cuando volví a Chile progresivamente hice la transición entre el trabajo de oficina y la pintura. Trabajé como ayudante de muralistas como Palta, Stfi, Juana Pérez. El 2018 pinté mi primer muro en la calle para visibilizar el asesinato por la espalda a Camilo Catrillanca por parte de carabineros.
¿Qué mensaje quisiste plasmar en “El Charanguista Andino”?
El festival Perla Mural Fest donde lo pinté, tiene como temática la música, porque nació como un evento conmemorativo a una sala de conciertos demolida por el municipio de Fene, España, hace algunos años. Pensé en la música Andina porque he pintado en Calama en varias ocasiones. También he podido viajar por Perú, Bolivia y Ecuador.
El charango es un elemento representativo del mestizaje ya que se desarrolló alrededor del 1500 usando como referencia un instrumento español llamado Vihuela. La persona que modeló para el diseño es un amigo que toca el charango en la agrupación Kollasuyu de música Andina. También quise representar a la gente que se esfuerza por progresar y que dedican el poco tiempo libre que tienen a una actividad que les apasiona y que no es su trabajo.
El impacto del muralismo en la identidad cultural chilena
¿De qué manera consideras que tu trabajo refleja la identidad y la cultura chilena? ¿Cuáles son las temáticas que más te inspiran a la hora de crear murales?
Creo que refleja más una forma de representar simbólicamente relatos e historias con sentido para las comunidades donde se pinta. Intento usar como referencia a la literatura latinoamericana y como elementos recurrentes las aves nativas. Estoy explorando nuevas temáticas, tengo intereses más transversales. Cuando interactúo espontáneamente con gente que se acerca intento que la conversación lleve a derribar prejuicios e ideas erróneas que se dan por ciertas producto de la desinformación.
Chile tiene importantes referencias en la historia del muralismo, como la Brigada Ramona Parra. ¿De qué manera las referencias chilenas han influenciado tu trabajo?
Pienso que la principal influencia ha sido el fin con el que se pinta. Intento comunicar ideas en los murales, generar un espacio para una pausa en la cotidianidad de las personas que transitan los lugares, que puedan encontrar en el mural cosas que no encontrarían en el día a día; a veces temas transversales a la condición humana del individuo en la sociedad y otras temáticas sociales invisibilizadas y/o tergiversadas por los medios de comunicación masivos.
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